El corte de café se efectúa en forma manual y debe hacerse cuando los frutos están en su punto de madurez óptima, de esto dependerá obtener al final una taza de excelente calidad.
El café es pesado en el campo y transportado a granel en camiones de volteo hacia el beneficio, en donde se descarga en los tanques de recepción. A continuación es arrastrado con agua hacia un tanque decantador, en donde se eliminan piedras, hojas y cualquier otro elemento no deseado. Luego el café pasa a los despulpadores, en donde se elimina la cáscara del fruto. El grano pergamino sigue hacia las pilas de fermentación y la pulpa se elimina a través de un canal y tornillo sin fin hacia un punto de descarga.
El café pergamino pasa en las pilas de fermentación de 12 a 24 horas. Al llegar a su punto de fermento, es llevado a los canales de lavado, de donde sale el grano limpio para los patios de secado. En los patios pasa de 4 a 5 días, dependiendo de las condiciones ambientales, hasta que el grano llegue a un porcentaje de humedad que va de 10 a 12%. Es colocado en sacos de yute y finalmente llevado a las bodegas de almacenaje.